"Ustedes, los argentinos, están expresando públicamente el sentimiento y la emoción retenida durante 150 años a través de un despojo que hoy hemos lavado". Con esas palabras, Leopoldo Fortunato Galtieri se ganaba una de las ovaciones más grandes que una de las tantas veces repleta Plaza de Mayo pueda haberle dado a la historia argentina.
El ex presidente de facto salió, hace 30 años, al balcón de la Casa Rosada para hablar de ese día como uno histórico: el día de la "recuperación" de las Malvinas. Las tropas nacionales desembarcaban en las islas. Allí, en las Georgias del Sur y las islas Sándwich, flameó la bandera argentina y las imágenes no tardaron en llegar al país.
Galtieri tenía una visión particular de aquel día: más de un siglo y medio de colonialismo habían terminado y el pueblo argentino podría gritar, con fundamentos soberanos, que las Malvinas eran argentinas
A tono con tamañas declaraciones, Galtieri eligió el camino más tumultoso para llegar al balcón: fue caminando hasta la plaza, rodeado de gente, ovaciones, felicitaciones y reconocimiento.
Hoy, a 30 años y con varias páginas más de historia, aquel discurso es una postal irónica, triste y dolorosa, que quedará signada por un episodio bélico que marcó para siempre a la nación y por sobre todo, a los familiares de los ex combatientes.
El discurso de Galtieri:
El ex presidente de facto salió, hace 30 años, al balcón de la Casa Rosada para hablar de ese día como uno histórico: el día de la "recuperación" de las Malvinas. Las tropas nacionales desembarcaban en las islas. Allí, en las Georgias del Sur y las islas Sándwich, flameó la bandera argentina y las imágenes no tardaron en llegar al país.
Galtieri tenía una visión particular de aquel día: más de un siglo y medio de colonialismo habían terminado y el pueblo argentino podría gritar, con fundamentos soberanos, que las Malvinas eran argentinas
A tono con tamañas declaraciones, Galtieri eligió el camino más tumultoso para llegar al balcón: fue caminando hasta la plaza, rodeado de gente, ovaciones, felicitaciones y reconocimiento.
Hoy, a 30 años y con varias páginas más de historia, aquel discurso es una postal irónica, triste y dolorosa, que quedará signada por un episodio bélico que marcó para siempre a la nación y por sobre todo, a los familiares de los ex combatientes.
El discurso de Galtieri: